El día de ayer 29 de marzo, la Superintendencia de Salud informó las millonarias ganancias de las Isapre durante 2016: un 62% de crecimiento en las utilidades. Mientras tanto, al pueblo se le dice que la economía está desacelerada y que hay que apretarse el cinturón. Es que no hay crisis para la gran burguesía financiera, dueños de las Isapre, negocio redondo para exprimir a los trabajadores.
Que “estamos en crisis”, que hay que “apretarse el cinturón”, que “la economía se contrae y se desacelera”: éstas y muchas otras frases escuchamos en las noticias todos los días, para justificar el alza en el costo de la vida, y las condiciones cada vez más miserables para los que trabajan.
Pero no hay crisis para el capital financiero, no hay crisis para la gran burguesía: Las Isapre aumentaron sus ganancias en un 62% durante 2016, con un monto de 51.000 millones de pesos.
¿Cómo es posible este escandaloso resultado? Gracias al alza en la Prima GES que implementaron en julio de 2016, en donde se incrementó el valor del costo por cada carga de salud, a costa de los miles de cotizantes que ahora tienen que pagar más, sin ningún beneficio adicional a cambio de este mayor precio.
Hay que recordar que esta alza en la prima GES se realiza por ley cada 3 años y el año pasado se incrementó en promedio un 39%, o sea aproximadamente $3.400 por cada carga de salud del trabajador. Y claro, la Corte de Apelaciones la aprobó y la avaló, por estimar que es un alza justificada, en casi la totalidad de los Recursos de Protección que presentaron los trabajadores para intentar evitarlo.
Es decir, todos los trabajadores cotizantes, sin ninguna posibilidad de oponerse a ello, financian con su salario este verdadero robo a mano armada, a través de este mecanismo creado para exprimir al pueblo.
La Isapre: ahorro forzoso para enriquecer a unos pocos.
Pero estas multimillonarias ganancias no son ninguna novedad. Todos los años estas instituciones sorprenden por ser, junto con la banca, las que más se enriquecen y engordan sus bolsillos. El trabajador por su parte, está obligado a ingresar al sistema por el sólo hechos de tener un contrato de trabajo, si es que no quiere incorporarse a FONASA, y atenderse en el paupérrimo sistema público de Salud.
Muy lejos de ser una “salud de libre mercado”, el negocio de las Isapre es un monopolio, en donde unos pocos grupos económicos concentran y controlan el mercado. Al igual que ocurre con los casos de colusión, fijan las condiciones a su antojo, con el aval de las leyes que están hechas a su medida.
A modo de ejemplo, Consalud pertenece a tres empresas (Sociedad de Inversiones y Servicios La Construcción, Cámara Chilena de la Construcción y Mutual de Seguridad). Banmédica es dueña al mismo tiempo de Isapre Vida Tres y sus principales accionistas son Empresas Penta (sí, del caso Penta) y el grupo Solari entre otros. Cruz Blanca por su parte es de propiedad del grupo Said, Banco Itaú y otros.
Todo a través de intrincadas marañas de accionistas de una y otra empresa filial, en donde las familias de estos magnates se cruzan y se repiten en todo el negociado de la salud: en las Isapre, en los laboratorios farmacéuticos y en las Clínicas que tienen los convenios con la Isapre, también llamados “prestadores”.
Salud para el pueblo: gratuita, moderna y de cobertura nacional.
El derecho a la salud es un derecho del pueblo, como lo es el derecho a la educación y a la vivienda. Pero este estado no va a entregarlo, porque es el estado de la misma clase que se enriquece junto con las Isapre: viejo estado de la gran burguesía.
Por lo tanto, no queda más que luchar por una salud gratuita, moderna y de cobertura nacional, como parte de las demandas democráticas para avanzar necesariamente en un camino revolucionario en nuestro país, confiscando el capital financiero y el latifundio, conquistando así el derecho a la salud.
¡Ni Isapre ni FONASA!
¡Salud Gratuita, Moderna y de Cobertura Nacional!