Jisha era una mujer dalit, estudiante de derecho de 28 años. Fue violada, apuñalada treinta y ocho veces y luego asesinada en su casa en el estado de Kerala. El cuerpo fue descubierto por su madre en un charco de sangre, el pasado 28 de abril.
El informe de autopsia señala que fue severamente torturada con una arma afilada, penetrada con una barra de hierro y en su cabeza se encontraron graves lesiones.
Este hecho recuerda la violación en masa con similares características que sufrió otra mujer en un autobus el 2012. Este brutal hecho pone en evidencia la actuación de la ideología Indu brahmanica que profesa y ampara el gobierno fascista de Modi.
Este mismo gobierno es el que impulsa la Campaña Cacería Verde, que pretende combatir y aplastar la lucha de los más pobres de la India, que es dirigida por los maoístas, llamados Naxalitas.
La ideología brahmánica concibe a la mujer como un objeto para ser oprimido, mutilado y silenciado. Esta violación refleja lo peor de la vieja sociedad que no tiene espacio para los Dalits, Adibasis, musulmanes, mujeres y oprimidos en general.
Jisha, recurrió repetidas veces a la policía, pero estos no hicieron nada, despreciándola por ser una Dalit, intocable, que es la casta más baja de la India.
La trágica muerte de Jisha muestra la negación y la indiferencia sistemática de toda la maquinaria brahmánica hindú fascista del viejo Estado Indio.
«A construir la unidad revolucionaria para aplastar el sistema de castas y la ideología brahmánica patriarcal»
Fuente: Signalfire