La lucha de clases se desarrolla en forma desigual. En el plano nacional, donde la lucha de clases más arrecia es entre el campesinado pobre de las comunidades mapuche y los grandes latifundistas amamantados por el viejo Estado burgués-terrateniente.
Avanza la lucha del campesinado pobre mapuche
Como hechos importantes, en las últimas semanas, encontramos:
1. El inicio de recuperación de tierras por parte de la Comunidad Panitru de Lonkomahuida contra Forestal Mininco y el inicio de recuperación de tierras por las comunidades We lof y Reñico, que luchan por conquistar las tierras en manos de Forestal Masisa S.A.
2. El trawun (reunión o encuentro) entre la Comunidad Tradicionalde Temucuicui y la Comunidad Autónoma de Temucuicui. Este trawun es importante porque en él se reconoce que los distintos gobiernos han utilizado las diferencias entre ambas comunidades para enfrentarlas entre sí y frenar la lucha.
3. La huelga de hambre que desde el 27 de agosto vienen sosteniendo cuatro presos políticos de la comunidad Wente Winkul Mapu del Lof Chekenco. A ella se ha sumado, desde el 1º de octubre, una segunda huelga de hambre, por parte de cinco presos políticos en la cárcel de Temuco.
Todas estas movilizaciones se han dado en medio de la ofensiva terrateniente dirigida por el imperialismo yanqui. Esta ofensiva terrateniente, bajo el nombre de “Plan Araucanía”, tiene por objetivo concentrar aún más tierras en manos del latifundio y para lograr este objetivo ha recurrido a aplicar más fascismo en contra del campesinado pobre mapuche.
¿Cómo se expresa en términos generales la aplicación del fascismo en esta ofensiva terrateniente?
1.- El viejo Estado que reprime en forma masiva al campesinado pobre mapuche y detiene, encarcela y asesina a sus dirigentes y weichafes (guerreros), al mismo tiempo protege a los grandes terratenientes.
Los mismos pacos que persiguen a las masas de las comunidades mapuche, cumplen funciones de guardias privados del latifundio. Por ejemplo, han montando una comisaria al interior de fundos de René Urban. Así también han hecho la vista gorda respecto al arsenal de guerra encontrado en la casa de Jorge Temer, terrateniente que se reconoce como miembro del grupo paramilitar antimapuche “Comando Hernán Trizano”.
2.- La otra cara de la aplicación de la ofensiva terrateniente está dirigida a corporativizar a las comunidades, corromper a sus dirigentes y frenar la lucha por la tierra. Para ello el viejo estado burgués-terrateniente impulsa la división de las comunidades, entregando personalidad jurídica a destajo, para luego hacerlas pelear por un “proyecto”.
Otro tanto lo hace la CONADI, “entregando” a una comunidad las tierras que son reclamadas por otra comunidad. Con esto la CONADIenfrenta a masas contra masas y al mismo tiempo traspasa grandes sumas de dinero a los grandes terratenientes, mediante la compra-venta de tierras. Lo que corresponde no es la expropiación, lo que corresponde es la confiscación. Conquistar la tierra sin indemnización.
3.- El imperialismo, principalmente yanqui, cumple su parte en la ofensiva terrateniente. Por una parte monitorea y dirigiendo la represión y por otra parte se presenta como “defensor” de las injusticias con sus observadores de derechos humanos, que en realidad tienen como tarea llevar la lucha por el camino legal de los tribunales y las ONGs, sembrar falsas ilusiones con “leyes indígenas” y finalmente rendirle cuenta no al campesinado pobre mapuche, sino que a sus amos imperialistas.
4.- De la ofensiva terrateniente se hacen parte los oportunistas y revisionistas, quienes intentan presentar como solución el camino electoral, la formación de un “partido mapuche” que bajo la bandera “nacional-cultural” lleva al campesinado pobre mapuche a postrarse ante el viejo Estado burgués-terrateniente.
¿Qué lecciones debemos sacar?
1. Los procesos de recuperación de tierras demuestran que la lucha por la tierra es la demanda principal del campesinado pobre mapuche. Ocultar la demanda por la tierra, levantando como cortina de humo las “demandas nacionales-culturales” es ponerse del lado de los grandes terratenientes.
2. El campesinado pobre mapuche debe pelear en la misma trinchera junto al campesinado pobre no mapuche, en férrea alianza con la clase obrera. Así como las comunidades de Temucuicui reconocieron que sus diferencias eran utilizadas para aislarlas y hacerlas pelear entre ellas. Así también mapuches y chilenos deben romper con el nacionalismo que los aísla y los enfrenta entre sí.
3. Solidarizar con los presos políticos mapuche en huelga de hambre, teniendo como perspectiva abandonar las formas autodestructivas de manifestarse y pasar a formas de manifestarse que ataquen al enemigo. El hambre no es un recurso de presión, es un mal que sufren las masas saqueadas y oprimidas por el imperialismo. Eso lo sabe bien el campesinado pobre mapuche que día a día debe luchar por conquistar el pan y que debe hacer frente a los allanamientos, donde los pacos llegan rajando los sacos con harina, atacando a los animales y destruyendo las siembras.
Otro aspecto negativo de las huelgas de hambre, es que abren la puerta a negociaciones, que tienen como “garantes” a la ONU(organización dirigida por el imperialismo yanqui) y a la iglesia católica, aún cuando existen tierras en conflicto que están en manos de la iglesia católica, con lo que estos latifundistas se hacen juez y parte.
4. La forma de apoyar al campesinado pobre mapuche es haciendo propaganda de sus luchas, solidarizando con los presos políticos que luchan por conquistar la tierra y luchando, principalmente luchando. La lucha dejará en claro que todos juntos tenemos que enfrentar al Estado burgués-terrateniente que cumple los planes del imperialismo.
Pero para que esta lucha no sea en vano y realmente aseste duros golpes a las clases explotadoras, debe tener como camino y perspectiva la Revolución Agraria, cuyo primer objetivo es entregar la tierra a quien la trabaja.
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